Esto se lo escuche leer a jaime Garzón en la Universidad santiago de Cali, escrito por Antonio Morales.

Hemos llevado a cabo la exploración que se nos encargó y hemos podido observar de cerca sin ser observados, gracias a nuestras supersónicas cortinas de humo, la superficie entera deIl planeta tierra y los cambios que tienen lugar en ella. Cambios que, creemos son debidos a su mayor o menor distancia de la estrella central de la cual recibe luz y calor.
Después de observaciones repetidas y pruebas, hemos llegado a la conclusión de que si existe vida vegetal y animal en el planeta tierra y hay en él una gran variedad de seres vivos que hemos pasado estudiar con detalle.

Al cabo de un tiempo, en el mismo día se invierte el proceso y las cápsulas vuelven a los hormigueros de donde habían partido. Una vez en ellos, por lo que hemos observado a través de las ventanas, se acomodan frente a una pequeña pantalla que no falta en ninguna celda y en la que aparecen sombras y luces al mando de un botón. Es posible que esa sea la manera que tienen de alimentarse y por eso no pueden pasársela si ella.

Lo más inexplicable de todo lo observado es el echo que hemos comprobado una y otra vez en medio de nuestro más aturdido asombro y es que los dichos bípedos se atacan unos a otros sin razón o motivo alguno que parezca poder justificar la agresión. Esto a veces entre individuos a veces entre grupos y a veces entre clanes enteros por largos períodos. Nada hay en nuestros propios conceptos que pueda explicar tan absurda conducta.
Por todas estas razones pues hemos llegado a la conclusión definitiva de que los bípedos de piel lisa no son seres racionales, que la inteligencia aún no se ha desarrollado en el planeta tierra, que tardará aún muchas edades cosmológicas en aparecer y que, por consiguiente, es inútil hablar de un contacto cultural con los seres que hoy habitan la tierra. Nuestra misión ha terminado.